Toxicología alimentaria
A primera vista, el tema de la toxicología alimentaria no parece especialmente interesante. Pero si se reflexiona más detenidamente, pronto nos damos cuenta de que se trata de un tema muy importante. Al fin y al cabo, lo que está en juego es nuestra salud.
Las toxinas alimentarias y las intoxicaciones alimentarias pueden ser muy peligrosas y, a menudo, incluso mortales. Por un lado, los ingredientes de origen vegetal (antinutrientes), las toxinas fúngicas y las toxinas marinas pueden provocar síntomas de intoxicación en los seres humanos. Por otro lado, las bacterias, los mohos y los virus pueden provocar intoxicaciones debido a una higiene deficiente (de la cocina).
En este tema también veremos los distintos tipos de intoxicaciones y descubriremos cómo evitarlas.
"La dosis hace el veneno" es un dicho muy conocido que resulta muy acertado en este caso. Muchos alimentos que comemos a diario pueden ser venenosos, pero en pequeñas cantidades son inofensivos. Por eso es importante conocer la cantidad que se puede consumir de un determinado alimento antes de que se convierta en peligroso.
Los alimentos pueden ser tóxicos si contienen toxinas. Éstas pueden ser de origen natural, por ejemplo los alcaloides de diversas especies vegetales. Los mohos también pueden desarrollar sustancias venenosas llamadas toxinas micóticas.
En raras ocasiones, el envenenamiento es el resultado de una intoxicación con alimentos contaminados con sustancias nocivas. Éstas pueden aparecer accidentalmente en los alimentos o ser añadidas intencionadamente. Algunos ejemplos de sustancias nocivas que pueden encontrarse en los alimentos son los metales pesados, los pesticidas y las dioxinas.
Por lo tanto, como futuro formador en nutrición, es importante conocer los riesgos de las toxinas alimentarias y las intoxicaciones alimentarias y ser capaz de tomar las precauciones necesarias.